Damasco, 31 mar (SANA) El presidente de la República Árabe Siria, Ahmad Al-Shara, realizó la oración de Eid al-Fitr en la sala de oración del Palacio del Pueblo en Damasco.
En la oración se unieron al Presidente el ministro de Asuntos Exteriores, Asaad Al-Shaibani, el ministro de Defensa, Murhaf Abu Qasra, el ministro de Justicia, Mazhar Al-Wais, el gran mufti Osama Al-Rifai, varios funcionarios estatales, comandantes del Ejército Árabe Sirio, figuras prominentes y activistas de la comunidad siria.
En su sermón del Eid, el ministro de Awqaf, Muhammad Abu Al-Khair Shukri, destacó los significados de Eid Al-Fitr, sus valores nobles de justicia, libertad, dignidad, seguridad y amor.
Subrayó la importancia de fortalecer los lazos de amor entre las personas y construir la sociedad, y llamó a todos los sirios, independientemente de su origen o color, a sentar las bases para la reconstrucción de esta sociedad y este país.
El Ministro esperó que Siria vuelva a ser un faro de conocimiento, paz y seguridad, y un remanso de coexistencia, amor, libertad, hermandad, igualdad y dignidad.
Después de realizar la oración del Eid, el presidente Al-Shara dijo en su discurso que “el pueblo sirio ha sufrido y ha sacrificado enormemente, y ahora debemos centrar nuestra atención en la construcción”.
«Ciertamente no podremos complacer a todos, y ninguna medida que tomemos generará consenso, y esto es natural.
Sin embargo, debemos alcanzar un mínimo de consenso en la medida de lo posible. Gracias a Dios, hemos visto reacciones positivas y tranquilizadoras ante el establecimiento de este nuevo gobierno, su composición y la selección de ministros», afirmó el mandatario.
Añadió que «Siria no es un lugar para deseos ni sueños, sino para el trabajo duro, y todos anhelan hacer realidad sus sueños mediante el cambio que se está produciendo. El único sueño que se hará realidad es la elevación de este pueblo, la restauración de su dignidad y orgullo, y la elevación de la voz de Siria en el mundo, para que vuelva libre, orgullosa e influyente en todo el mundo».